Cryptoinfluencers: ¿Son responsables de promover las estafas?

Cryptoinfluencers: ¿Son responsables de promover las estafas?

El mercado de las criptomonedas ha dado la bienvenida a una nueva raza de líderes de opinión en la era digital: los criptoinfluecers. Estas personas han alcanzado rápidamente la fama, aprovechando el creciente interés por las criptomonedas. Como figuras carismáticas con amplios seguidores en Internet, ejercen un poder considerable a la hora de determinar las tendencias del mercado y las decisiones de inversión.

Sin embargo, el papel de los cryptoinfluencers no está exento de polémica. Mientras que algunos los consideran cruciales para el dinamismo del mercado, otros afirman que explotan sus plataformas, promoviendo criptoproyectos oscuros o fraudulentos. La falta de una regulación exhaustiva de las criptomonedas agrava aún más la complejidad de esta cuestión.

Entre el respaldo y la tergiversación

Los cryptoinfluencers operan principalmente en plataformas de medios sociales, donde su contenido atractivo y su supuesta experiencia en cripto han ganado millones de seguidores. Influyen significativamente en las perspectivas de sus seguidores hacia criptomonedas específicas y Ofertas Iniciales de Monedas (ICOs).

El mercado de criptomonedas no regulado permite a estas personas influyentes respaldar proyectos de criptomonedas sin llevar a cabo una diligencia debida exhaustiva.

Como resultado, sus seguidores, que a menudo carecen de un conocimiento profundo, podrían invertir involuntariamente en esquemas fraudulentos disfrazados de oportunidades legítimas.

Cryptoinfluencers: ¿Son responsables de promover las estafas?
Las mayores estafas de criptomonedas. Fuente: Statista

Por ejemplo, la infame estafa BitConnect, uno de los mayores esquemas Ponzi del mercado de criptomonedas, contó con el respaldo de conocidos influencers. El proyecto prometía altos rendimientos a través de un supuesto «bot de trading» y software de volatilidad.

Sin embargo, cuando BitConnect se vino abajo, dejó a los inversores con pérdidas significativas, lo que planteó dudas sobre la responsabilidad de los influencers en la promoción de este tipo de empresas.

Yendo por la via legal

El marco legal que rodea la responsabilidad de los cryptoinfluencers en la promoción de proyectos potencialmente fraudulentos sigue sin estar claro. La legislación actual ha tenido dificultades para seguir el ritmo de la rápida evolución de la industria de las criptomonedas, lo que ha dado lugar a una gran ambigüedad.

La cuestión de la responsabilidad de los cryptoinfluencers gira en torno a si la promoción de criptomonedas de un influenciador puede clasificarse como «publicidad» en virtud de las leyes de protección de los consumidores. En caso afirmativo, el influencer podría ser considerado responsable de cualquier conducta engañosa en su promoción.

 

Cryptoinfluencers: ¿Son responsables de promover las estafas?
Regulación de las criptomonedas en el mundo. Fuente: Statista

En los EE.UU., por ejemplo, la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) ha comenzado a tomar medidas drásticas contra las celebridades influyentes que promueven las ICO sin revelar su remuneración, tratando tales promociones como violaciones de las disposiciones contra la promoción en las leyes federales de valores.

Francia ha adoptado una postura proactiva al proponer la prohibición de influencers que promocionen criptoproductos y proyectos. Esta propuesta refleja la creciente tendencia mundial hacia una regulación más estricta de la criptoindustria, especialmente en lo que respecta al papel de los influencers.

La legislación francesa pretende regular la promoción de productos y servicios financieros por parte de influencers para frenar el creciente número de estafas relacionadas con las criptomonedas. Esta normativa prohíbe esencialmente la promoción de criptomonedas por parte de influencers. Los infractores podrían enfrentarse a una pena de dos años de prisión y una multa de 32.300 dólares.

El camino hacia un futuro regulado

La evolución de la perspectiva sobre la responsabilidad de los cryptoinfluencers subraya la necesidad de leyes más estrictas. Los defensores de regulaciones más estrictas argumentan que son necesarias para proteger al público de esquemas criptográficos fraudulentos, mientras que otros piden directrices más claras para los influenciadores.

El objetivo no es inhibir la innovación ni frenar el crecimiento de la criptoindustria. Por el contrario, pretende garantizar que el respaldo de los influenciadores se base en una investigación diligente y no en la pura especulación.

Este objetivo requiere un enfoque múltiple, que incluya medidas reguladoras, educación pública y autorregulación dentro de la comunidad criptográfica.

Por ejemplo, la Autoridad de Conducta Financiera del Reino Unido (FCA) ha advertido a los consumidores sobre los riesgos de las inversiones anunciadas por personas influyentes, lo que indica un movimiento hacia un enfoque inversor más informado y cauteloso.

Del mismo modo, la Comisión Federal de Comercio de EE.UU. (FTC) ha proporcionado directrices sobre cómo los influencers deben revelar sus relaciones con las marcas y las empresas, incluidas las de la criptoindustria.

Cryptoinfluencers que promueven estafas bajo escrutinio

En las altas apuestas del mercado criptográfico, la línea entre el respaldo y el engaño puede volverse borrosa.

El caso de John McAfee, un renombrado empresario tecnológico y criptoinfluenciador, ilustra esto. McAfee enfrentó cargos de la SEC por supuestamente promover siete ICO entre 2017 y 2018 sin revelar que se le pagaba.

Sus acciones subrayaron el potencial de abuso de influencia en el espacio criptográfico y destacaron la necesidad de una regulación y aplicación estrictas.

Otro incidente de alto perfil involucró a la personalidad e influencer de YouTube, Jake Paul. Se enfrentó a una reacción violenta por promocionar ilegalmente las criptomonedas «TRX y/o BTT» sin revelar que se le pagaba por ello.

«Aunque se pagó a las celebridades para promover TRX y BTT, sus promotores en las redes sociales no revelaron que se les había pagado ni los montos de sus pagos. Por lo tanto, el público fue engañado haciéndole creer que estas celebridades tenían un interés imparcial en TRX y BTT, y no eran simplemente portavoces pagados», escribió la SEC en la presentación.

No es la primera vez que Paul se enfrenta a una controversia en relación con sus empresas de criptomonedas. Una demanda presentada en febrero le acusaba de participar en una estafa orquestada por SafeMoon.

Su hermano, Logan, también ha llamado la atención debido al fracaso de su empresa de NFT, CryptoZoo.

El equilibrio crucial en las promociones de criptomonedas 

El debate sobre la responsabilidad de los cryptoinfluencers en la promoción de estafas desconocidas está lejos de resolverse. A medida que evoluciona la industria de las criptomonedas, se hace cada vez más urgente un marco regulatorio claro que equilibre la protección del consumidor y el potencial de innovación.

Los cryptoinfluencers, como actores clave en este ecosistema, son responsables de promover sólo proyectos criptográficos bien investigados y creíbles. Esto exige un enfoque más transparente y responsable de los apoyos. La industria debe alejarse de la promoción imprudente y adoptar una postura más educada e informada.

Los reguladores de todo el mundo deben mejorar sus esfuerzos para definir y aplicar directrices que disuadan de las prácticas engañosas en las promociones de criptomonedas. Al mismo tiempo, los consumidores deben tomar la iniciativa de informarse sobre los riesgos y beneficios de las criptoinversiones.

El futuro de la criptoindustria depende de estos esfuerzos colectivos. Depende de que se fomente una cultura de transparencia, responsabilidad e integridad dentro de la comunidad criptográfica, desde las personas influyentes y los reguladores hasta los inversores individuales.

Con estas medidas, la industria puede sortear los escollos de las personas influyentes en el sector de las criptomonedas que promueven estafas y fraudes, garantizando un futuro más seguro y próspero para todas las partes interesadas.

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