2021 fue un año de éxitos de taquilla para las criptodivisas, y el consenso de la industria a finales de año era que 2022 seguiría el mismo camino.
Los últimos 12 meses no han sido así. Y es evidente.
El colapso del ecosistema Terra y el consiguiente caos en todo el mercado provocaron un año difícil, en el mejor de los casos, y devastador, en el peor, para los activos digitales y sus inversores. Y eso sin mencionar el colapso de algunos de los mayores prestamistas de criptomonedas, así como la quiebra de FTX y el arresto de Sam Bankman-Fried.
Aún así, este año se produjeron una serie de acontecimientos que defendieron los méritos de la tecnología blockchain de forma histórica. He aquí cómo ha sucedido, y siete razones para albergar esperanzas de que los próximos 12 meses sean mucho más tranquilos.
1. La fusión…bueno, ocurrió
La tan esperada fusión de Ethereum, que cambió el mecanismo de validación de transacciones de la cadena de bloques de proof-of-work a proof-of-stake, marcó posiblemente el año más importante para la red desde su lanzamiento hace casi una década.
Como resultado, el ether (ETH), el token nativo de Ethereum, se ha vuelto un 99% más eficiente desde el punto de vista energético. En un periodo anterior, el precio del ether superó al del bitcoin. La cadena de bloques también ha registrado una notable expansión del ecosistema este año, como indica la creciente actividad de la capa 2.
La próxima gran actualización de Ethereum es la bifurcación de Shanghai, prevista para la primera mitad de 2023. La bifurcación está destinada a agregar funcionalidad en torno a los mecanismos de estaca de ETH.
2. Elon Musk planeó integrar las criptomonedas en Twitter
Desde que el multimillonario Elon Musk decidió adquirir Twitter, los fieles de las criptomonedas clamaron por la implementación de pagos de activos digitales y cadenas de bloques descentralizadas en la plataforma del ave trinante.
En su primera reunión de Twitter en junio, Musk abordó la idea de incorporar los pagos digitales. También habló de eliminar las estafas relacionadas con las criptomonedas. Twitter ha sido un hervidero de estafadores que buscan captar a comerciantes inexpertos a través de enlaces maliciosos y malware relacionado.
«Tendría sentido integrar los pagos en Twitter para que sea fácil enviar dinero de un lado a otro, tanto en divisas como en criptomonedas», dijo Musk en la reunión.
Esos planes aún no se han desarrollado en su totalidad.
3. Larry Fink se mantiene alcista en criptotecnología
El peso combinado de las fuerzas macroeconómicas bajistas y las propias calamidades de las criptomonedas asestaron un duro golpe a la confianza de los inversores este año. Pero los inversores de renombre – en particular, Fink, director ejecutivo de Blackrock desde hace mucho tiempo – no vacilaron en sus convicciones cripto.
A pesar de todo, Fink dijo que las muchas blockchains que impulsan los activos digitales serán «muy importantes» para poner en marcha «la próxima generación de mercados.»
4. Goldman Sachs vio la oportunidad en las criptoempresas en apuros
Las valoraciones de las startups privadas de criptomonedas, otrora en alza, se desplomaron en 2022. Pero, en algunos casos, las valoraciones de gangas resultantes han demostrado ser más atractivas para los inversores institucionales, incluido Goldman.
La división de gestión de activos de Goldman redobló su compromiso con la industria mediante la realización de la debida diligencia para tomar posibles participaciones de capital en startups de cripto deprimidas – o incluso comprarlas directamente, informó Reuters.
5. La autocustodia se generalizó, incluso para los novatos
Tras la crisis de liquidez de FTX y su consiguiente insolvencia, los criptoinversores empezaron a trasladar en masa sus tenencias a carteras de autocustodia.
Este movimiento, que conlleva complicaciones, especialmente para los recién llegados al sector, desplaza la responsabilidad de la custodia de los criptoactivos de una bolsa a las manos de su propietario.
Las retiradas de dinero de las bolsas a los monederos de autocustodia se dispararon en noviembre, y Glassnode descubrió que los propietarios de bitcoins retiraban sus activos a un ritmo histórico de 106.000 bitcoins al mes.
«Esto ha resultado en cambios de saldo positivos en todas las cohortes de billeteras, desde camarones hasta ballenas», dijo Glassnode.
6. El dinero de las empresas sigue llegando
Decenas de inversores de capital riesgo parecían impávidos ante el desplome de los precios de las criptomonedas al contado, que suelen estar bastante correlacionados con las valoraciones de las empresas. Según Pitchbook, los fondos de las empresas de criptomonedas han inyectado casi 20.000 millones de dólares en el sector durante los tres primeros trimestres, más de un 40% más que en el mismo periodo de 2021.
Los proyectos Web3 y DeFi representaron las mayores secciones del sector crypto, superando a fintech y biotech, según el «Indicador de tecnología emergente» de Pitchbook para el tercer trimestre.
7. La suciedad del sector salió a la superficie
La serie de quiebras de criptomonedas del año dejó a los inversores preguntándose cuándo se recuperarían, o si lo harían.
¿El lado positivo? Los operadores se han vuelto mucho más conscientes de a quién confían sus fondos. La noción se extiende a una mayor diligencia debida en los trucos de alta rentabilidad que una vez fueron frecuentes.
El desastre también ha allanado el camino para que los responsables políticos -en Estados Unidos y en otros países- empiecen a prestar verdadera atención a las normativas adecuadas y para ser justos, esperando que esto sea una ventaja depende de a quién se le pregunte.