El ex consejero delegado de FTX, Sam Bankman-Fried (SBF), confirmó que está dispuesto a testificar ante el Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes en Washington D.C. el próximo miércoles.
«Todavía no tengo acceso a muchos de mis datos, ni profesionales ni personales. Así que hay un límite a lo que podré decir, y no seré tan útil como me gustaría», tuiteó, añadiendo: «Pero como el comité sigue pensando que sería útil, estoy dispuesto a testificar el día 13».
Añadió en un hilo de tuits que intentaría dar detalles sobre la solvencia de FTX US y los clientes estadounidenses, las vías que podrían devolver valor a los usuarios a nivel internacional, lo que cree que llevó a la quiebra y sus propios fallos.
«Me había considerado un CEO modélico, que no se volvía perezoso ni desconectado. Lo que hizo que fuera mucho más destructivo cuando lo hice», escribió. «Lo siento. Ojalá la gente pueda aprender de la diferencia entre quién era yo y quién podría haber sido».
El Senado le había exigido que testificará, pero hasta ahora se había quedado en un embarazoso silencio. Una carta enviada por los senadores amenazaba a Bankman-Fried con una citación del Congreso si se negaba a cooperar. El plazo para su respuesta se fijó ayer a las 5 de la tarde hora del este.
El asediado magnate de las criptomonedas ha concedido varias entrevistas a los medios de comunicación desde el colapso de su empresa, detallando su versión de la historia, pero no aceptó una invitación anterior del Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes, diciendo que quería esperar hasta que hubiera «terminado de aprender y revisar lo que sucedió» a las empresas que dirigía y poseía.