El congresista estadounidense Tom Emmer cree que el lanzamiento de la moneda digital programable del banco central en el país podría despojar a los ciudadanos estadounidenses de su privacidad financiera.
En un discurso pronunciado el 9 de marzo en el Cato Institute, un centro de investigación de carácter libertario con sede en Washington D.C., Emmer explicó que la CBDC programable sería «fácilmente armable» como herramienta de espionaje para «ahogar la actividad políticamente impopular», entre otras cosas:
A medida que el gobierno federal trata de mantener y ampliar el control financiero al que se ha acostumbrado, la idea de la moneda digital del banco central ha ganado tracción dentro de las instituciones de poder en los Estados Unidos como un dinero programable controlado por el gobierno que puede ser fácilmente convertido en arma en una herramienta de vigilancia.
El congresista de Minnesota presentó el 22 de febrero la Ley Antivigilancia del CBDC para frenar el avance del Proyecto del Dólar Digital (DDP por su siglas en inglés), que ha experimentado considerables avances en su utilización desde que se publicó la segunda versión de su libro blanco a mediados de enero.
«Las recientes acciones de la Administración Biden dejan claro que no sólo están ansiosos por crear un dólar digital, sino que están dispuestos a cambiar el derecho de los estadounidenses a la privacidad financiera por el CBDC al estilo de la vigilancia», añadió.
Emmer sugirió que la «economía de propiedad» posibilitada por blockchain está «amenazando» a muchos burócratas de Washington, ya que «traslada el poder económico de las instituciones centralizadas de nuevo a las manos de la gente».
Aunque el último documento de debate de la Reserva Federal explicó que solo emitiría el CBDC en el contexto de un «amplio apoyo público e intergubernamental», Emmer y muchos otros están preocupados por los peligros potenciales que podrían surgir:
No sólo rastrea los datos a nivel de transacción hasta el usuario individual, sino también la capacidad de programar la CBDC para ahogar la actividad políticamente impopular.
Emmer también argumentó que las criptodivisas descentralizadas pueden servir como solución a la mala gestión del sistema monetario estadounidense y restaurar muchos de los «valores estadounidenses» que llevaron a la nación a convertirse en una potencia económica en el siglo XX: privacidad, soberanía individual y libre mercado.
Añadió que incluso experimentando con los CBDC, Estados Unidos está yendo en contra de estos valores:
Nada podría ser más peligroso que adherirse a un sentido de urgencia fabricado como éste y, en última instancia, desarrollar un CBDC que no sea abierto, sin permisos y privado.