La plataforma de negociación de criptomonedas Coinbase se ha puesto en contacto con clientes institucionales sobre posibles planes para establecer una plataforma de negociación fuera de EE.UU., según han informado a Bloomberg tres personas con conocimiento directo.
Con la disminución de bancos favorables a las criptomonedas y el aumento del escrutinio regulador, el posible movimiento no es ninguna sorpresa. El Departamento de Servicios Financieros de Nueva York (NYDFS, por sus siglas en inglés) impuso a la empresa una multa de 50 millones de dólares en enero, después de que una investigación descubriera «fallos de larga data» en su cumplimiento de las normas contra el blanqueo de capitales. Según el NYDFS, estos fallos permitieron a graves delincuentes mover sus criptomonedas a través de la plataforma. También se ordenó a Coinbase que invirtiera 50 millones de dólares más en su programa de cumplimiento.
Ya en julio, una investigación de la Comisión del Mercado de Valores (SEC) dio lugar a la imputación de un ex directivo de Coinbase, su hermano y su amigo por uso de información privilegiada. La SEC anunció ese mismo mes que abriría una investigación a la plataforma por posible venta de valores.
La empresa de comercio de criptomonedas nacida en San Francisco ha conseguido afianzarse en EE.UU., algo con lo que la mayoría sólo puede soñar, incluida su cotización en bolsa. Tras los recientes fracasos de los bancos criptoamigables Silvergate y Signature y el creciente sentimiento anti cripto en el gobierno, parece el momento adecuado para que Coinbase se diversifique.
Sin embargo, eso no significa que la plataforma vaya a ser recibida con los brazos abiertos. Coinbase ya ha tenido problemas con países de la UE: recientemente, el banco central holandés impuso una multa de 4 millones de dólares a la empresa por operar sin estar registrada en los Países Bajos durante dos años.
Un portavoz de Coinbase declinó hacer comentarios a Bloomberg.