El Banco de Japón ha anunciado su intención de prepararse para la posible emisión de una moneda digital del banco central (CBDC) para proporcionar un sistema de pago digital seguro para el público. La declaración del gobernador Haruhiko Kuroda fue reportada por Reuters el 28 de julio.
Governor KURODA made a speech entitled "Evolution of Payments: Payment Systems for 'Neoteric Individuals'" at the FIN/SUM 2023 on March 28, 2023.https://t.co/xNEj8KiJPS pic.twitter.com/zamYJ1AD6s
— Bank of Japan (@Bank_of_Japan_e) March 28, 2023
En abril, el banco central de la nación tiene previsto lanzar un programa de prueba para evaluar la viabilidad de una versión digital del yen. Este movimiento coloca a Japón entre un número cada vez mayor de países que exploran la implementación de un CBDC para sus respectivas poblaciones.
Al abordar la importancia de un yen digital para los ciudadanos japoneses, el gobernador Kuroda enfatizó la necesidad de coexistencia entre las CBDC y otras formas de moneda.
Kuroda también afirmó que era responsabilidad del banco central estar preparado para cualquier cambio en las circunstancias. El Banco de Japón se compromete a garantizar que su CBDC esté preparado para ofrecer al público un sistema de pago digital seguro.
Tras el programa piloto inicial, el Banco de Japón planea realizar dos años de pruebas adicionales. Estas investigaciones determinarán si el gobierno finalmente emitirá un yen digital.
El tema de las CBDC se ha vuelto cada vez más importante en la esfera de los activos digitales, con Japón ahora como parte del creciente grupo de naciones dedicadas a desarrollar una versión digital de su moneda nacional para uso público.
Impacto en la economía mundial
Es probable que el impulso de Japón por una CBDC tenga implicaciones significativas para la economía global, ya que puede impulsar a otras naciones a acelerar sus propios esfuerzos de desarrollo de CBDC.
Como la tercera economía más grande del mundo, el progreso de Japón en esta área podría contribuir a la adopción generalizada de monedas digitales, lo que conduciría a una mayor eficiencia, costos reducidos y una mayor inclusión financiera.
Además, la implementación exitosa de un yen digital podría influir en el sistema monetario internacional, lo que podría afectar las transacciones transfronterizas, los tipos de cambio y la dinámica del comercio mundial.
Sin embargo, el alcance total de estos efectos dependerá de la coordinación y colaboración entre los bancos centrales y las autoridades reguladoras de todo el mundo.