Según las nuevas reglas, los emisores de tokens criptográficos están exentos de pagar impuestos corporativos sobre ganancias no realizadas si se cumplen dos condiciones. En primer lugar, los tokens deben ser emitidos por la empresa y mantenerse continuamente desde su emisión. En segundo lugar, los tokens deben estar sujetos a «restricciones de transferencia» desde su emisión.
La propuesta de estas revisiones fue aprobada por el comité fiscal del Partido Liberal Democrático (PLD) de Japón en diciembre de 2022. Posteriormente, se incluyó en el esquema de reforma fiscal del partido gobernante para 2023, con la aprobación final de la autoridad fiscal concedida a principios de la semana pasada.
Anteriormente, los emisores de tokens debían pagar un fuerte impuesto del 30 % sobre las ganancias no realizadas por los tokens que poseían si dichos tokens cotizaban en el mercado abierto. Esta tributación sobre las ganancias en papel impuso una carga significativa a las criptoempresas, ya que se vieron obligadas a pagar impuestos sobre las ganancias que no se habían obtenido a través de las ventas reales. En consecuencia, este régimen fiscal provocó un éxodo de criptofundadores de Japón.
La relajación de los impuestos corporativos representa un paso significativo hacia la creación de un entorno más acogedor para las criptoempresas en Japón. Sota Watanabe, el fundador de Astar Network, con sede en Japón, y un destacado defensor de las exenciones fiscales para las criptoempresas, cree que estas revisiones ayudarán a frenar la salida de las criptoempresas del país.
Watanabe expresó su intención de seguir colaborando con los reguladores y políticos para mejorar las normas fiscales de las criptoempresas japonesas. En concreto, destacó la necesidad de abordar la tributación de fin de plazo de los tokens emitidos por otras empresas, ya que actualmente obstaculiza los proyectos nacionales e internacionales.
Si bien la reciente revisión de las leyes fiscales brinda alivio a los emisores de tokens criptográficos, es importante tener en cuenta que las empresas criptográficas aún están sujetas a impuestos sobre las ganancias en papel por mantener tokens emitidos por otras empresas.
La criptoindustria de Japón prospera a medida que el giro hacia Asia gana impulso
La criptoindustria de Japón ha estado experimentando cambios significativos en los últimos tiempos. A partir del 1 de junio, el país ha aplicado medidas más estrictas contra el lavado de dinero (AML) para alinear su marco legal con las regulaciones criptográficas globales. Los legisladores revisaron la legislación ALD en diciembre de 2022 después de que el Grupo de Acción Financiera la encontrara insuficiente.
Además, el gobierno japonés aprobó una legislación en junio del año pasado que prohíbe a las instituciones no bancarias emitir monedas estables. Implementado recientemente, el proyecto de ley restringe la emisión de monedas estables en el país a bancos con licencia, agentes de transferencia de dinero registrados y compañías fiduciarias.
A pesar de estos cambios, Japón sigue siendo un destino popular para las criptoempresas, ya que fue uno de los primeros países en legalizar y regular las criptomonedas por completo. Los informes sugieren que el banco más grande de Japón puede ingresar al mercado de las monedas estables.
Sin embargo, otras naciones, como Hong Kong y Singapur, se han convertido en jurisdicciones más amigables para la industria de las criptomonedas este año, implementando sus regulaciones y creando entornos acogedores para los activos digitales.
Mientras tanto, en los Estados Unidos, la industria continúa enfrentando el escrutinio regulatorio, con acciones legales contra las empresas por no cumplir con el desafiante requisito de registrarse como bolsas de valores.