A medida que el año llega a su fin, sin duda será recordado sobre todo por haber teñido de rojo sangre el mercado de las criptomonedas y por haber enviado a todos los «toros» excesivamente entusiastas a curar sus cuernos rotos.
Para XRP y Ripple, 2022 no fue el comienzo, sino la continuación de la lucha por la vida. Estamos hablando también, por supuesto, de su oponente, la Comisión de Valores de Estados Unidos, con Gary Gensler a la cabeza.
El génesis
A principios de año, la batalla entre el negocio de las criptomonedas y el poderoso regulador se parecía más a un tira y afloja interminable, y bastante agotador por cierto.
El mérito fue de Ripple y los abogados, dispuestos a incurrir en costes multimillonarios y no soltar su parte de la «cuerda», con sólo el argumento de la «notificación justa» en la manga.
En torno al caso había más predicciones de una fecha final que avances concretos. Ya en febrero, se reveló a través del tribunal que Ripple había aclarado la condición de «no valor» de XRP con abogados independientes en 2012, mucho antes de que la SEC tuviera conocimiento de los pagos digitales.
Pequeñas victorias
Ripple empezó a anotarse pequeñas victorias aquí y allá durante el proceso, sin que fuese suficiente para que el juez Torres accediera a las mociones de los ejecutivos de la empresa, Brad Garlinghouse y Chris Larsen, para desestimar el caso en marzo.
Al mismo tiempo, el tribunal rechazó los ataques de la comisión contra el único argumento de Ripple de «notificación justa«, y el proceso comenzó de nuevo.
La siguiente gran victoria de Ripple se produjo en abril, cuando un tribunal se negó a permitir que la comisión retuviera importantes documentos confidenciales.
Durante todo este tiempo, una «trama» secundaria recorría el proceso, relacionada con grabaciones de discursos del antiguo jefe de la SEC, William Hinman, que la comisión intentaba activamente mantener al margen. Desde entonces, los discursos de Hinman han sido un foco clave de la batalla entre Ripple y la SEC.
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Aumenta la presión
El caso estaba entrando en una fase caliente y bastante turbia cuando, en julio, la comisión fue reprendida por hipocresía por el juez magistrado Netburn por intentar ocultar una serie de hechos y mantener en secreto los documentos de Hinman.
Jed McCaleb vació sus tenencias de millones de XRP, y Brad Garlinghouse estimó los honorarios legales en 100 millones de dólares ya, todo mientras compartía planes para una oferta pública inicial y amenazaba con abandonar los Estados Unidos si Ripple perdía el caso.
La SEC también fracasó entonces en su intento de defenderse de los tenedores de XRP, varias decenas de miles de los cuales se unieron al abogado John Deaton en una demanda colectiva contra el regulador.
Recta Final
El tira y afloja de la justicia siguió tirando en distintas direcciones hasta mediados de septiembre, cuando la Cámara de Comercio Digital de EE.UU. publicó un informe en el que criticó a la SEC y expresó su deseo de participar en el pleito como tercero independiente. El número de escritos se elevaría posteriormente a 16, la mayoría de ellos en apoyo a XRP y Ripple.
Al mismo tiempo, apareció la posibilidad de concluir el caso mediante un procedimiento sumario, cuyos plazos se indicaron a las partes.
Finalmente, a finales de septiembre, el juez Torres decidió entregar documentos internos, borradores y cartas de William Hinman a Ripple, una gran victoria provisional. Cuando finalmente fueron entregados, el consejero general de Ripple, Stuart Alderoty, dijo que la lucha por los documentos había merecido la pena, y que su actitud hacia la SEC se había vuelto aún más negativa tras recibirlos.
Al mismo tiempo, hubo un número creciente de personas dispuestas a proporcionar informes amicus en defensa de XRP y Ripple, y la SEC, a su vez, tomó medidas para evitar que participaran. No lo consiguieron.
En ebullición
El proceso continuó, pero de nuevo a puerta cerrada, ya que las partes intercambiaron activamente correcciones a las presentaciones de los demás. La cripto opinión se inclinaba cada vez más hacia una victoria de Ripple, con la Blockchain Association y Coinbase presentando sus informes amicus.
Sin embargo, surgió un nuevo revés importante para Ripple, ya que la criptoempresa LBRY perdió su caso contra la SEC, con su token LBC reconocido como un valor no registrado. Parece que el regulador tendrá en cuenta este precedente en su respuesta final.
La lucha continuó en noviembre, cuando la atención pública se centró en el colapso de la importante bolsa de criptomonedas FTX, declarada insolvente por las acciones criminalmente equivocadas de sus ejecutivos.
En este punto, la última acción de las partes fue presentar mociones de juicio sumario con todas las oposiciones y réplicas necesarias, presentadas bajo sello. 2022 no fue el final, ahora vamos a la tercera ronda. Sin embargo, este año ha expuesto los problemas que los reguladores tienen con las criptodivisas en este momento.